lunes, 24 de noviembre de 2014

criterios cientificos para determinar el momento del riego

39 comentarios:

  1. RICARDO ANDRES SALAZAR ANGARITA28 de noviembre de 2014, 6:55

    Método gravimétrico.
    La humedad del suelo se puede medir directamente por gravimetría, o en forma indirecta con instrumental especializado (zonda de neutrones, tensiómetros, termocuplas, etc.). Por la sencillez, practicidad y costo reducido el método gravimétrico resulta el más conveniente. Consiste en tomar o extraer muestras de suelo en las profundidades de interés. Las muestras se pesan húmedas, se secan en estufa a una temperatura se 105° C hasta peso constante y se vuelven a pesar. La diferencia entre el peso de la muestra húmeda y la seca será la cantidad de agua que, relacionada con el peso seco del suelo, representa el contenido de humedad en el momento de muestreo.

    Materiales para la toma de las muestras.
    Barreno, es la principal herramienta a emplear en muchas situaciones. Existen de diferentes diseños, de acuerdo al tipo y profundidad de suelo que se quiere muestrear. Además se deben emplear tarros con tapa o baldes, dependiendo de si se toman muestras simples o compuestas respectivamente. Ambos elementos pueden ser reemplazados por bolsas de polietileno gruesas. Se requiere de una estufa de secado, eléctrica o de gas para 110°C. En caso de no disponer de laboratorio para el secado de las muestras, puede emplearse un horno de cocina a máxima temperatura o un horno a microondas. Para determinar los pesos de las muestras se requiere de una balanza con capacidad de detectar diferencias de peso de hasta 1 gramo.

    Recomendaciones para el muestreo.
    • Las muestras deben ser representativas del potrero o lote a muestrear.
    • Se puede trabajar con muestras simples o compuestas (es la mezcla de varias muestras simples). El tipo y número de muestra dependerá de los objetivos y precisión buscados.
    • Observe el terreno antes de muestrearlo. Si se aprecian diferencias dentro de un lote (lomas, partes bajas, zonas encharcadas, cambios bruscos en la vegetación o en la coloración del suelo, etc.), se deben muestrear las diferentes partes por separado. Del mismo modo si el lote ha recibido distinto manejo en alguna de sus partes o si existiesen diferencias en la distribución de los rastrojos luego de la cosecha. El crecimiento desparejo de las plantas y una distribución no uniforme de las raíces producen variaciones en el contenido y distribución del agua en el suelo.
    • Siempre debe considerarse que las plantas tienen capacidad para extraer agua desde una importante profundidad de suelo. Sin considerar los aspectos fisiológicos que regulan el crecimiento de las raíces, el mismo solo estará limitado por impedimentos físicos del suelo. Por lo tanto, la toma de muestras debe siempre representara toda la profundidad del perfil que las raíces son capaces de explorar libremente.
    • Se debe proceder a la extracción de las muestras recorriendo el área en zig-zag, siempre que sea posible.
    • El material obtenido debe colocarse preferentemente en tarros de aluminio o en bolsas de polietileno grueso, convenientemente selladas o hermetizadas para evitar que se pierda la humedad mientras se llevan al laboratorio.
    • Las muestras deben ser procesadas inmediatamente. Si se va a demorar el secado, es convenientes pesar las muestras antes de guardarlas.
    Tomado de: http://agro.unc.edu.ar/~ceryol/documentos/ecofisiologia/GUIA_AGUA.pdf

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  2. Angela Gioconda Jaimes Coronado28 de noviembre de 2014, 18:31

    Realización de Calendarios medios de riego y Programación en tiempo real de Momento de riego y Cantidad de agua.
    Las estrategias de riego son unos criterios generales, que se concretan elaborando un calendario medio de riegos en el que se precisa el momento del riego y la cantidad de agua que se aplica en cada uno de ellos.
    Contando con datos del cultivo, suelo y clima, se puede establecer un calendario medio de riegos asumiendo el caso más simple, en el que se supone que la lluvia es nula durante el ciclo del cultivo y que los valores de evapotranspiración de referencia son los de la media de los últimos años, lo que suele producirse en cultivos de primavera–verano en zonas semiáridas.
    Para realizar un calendario medio de riego es preciso contar con datos de:
    Evapotranspiración de referencia (ETr) en la zona.
    Coeficiente de cultivo (Kc) del cultivo a regar en distintas fases de desarrollo de éste.
    Profundidad radicular media en distintas fases del cultivo.
    Intervalo de humedad disponible del suelo.
    Nivel de agotamiento permisible para el cultivo en cuestión.
    Datos diversos del sistema de riego como por ejemplo la eficiencia.
    Deberá elegirse una estrategia para determinar el criterio con el cual se calculará el momento de efectuar el riego.
    Esta metodología considera la determinación del contenido actual de humedad o agua del suelo, comparándolo con un valor predeterminado mínimo de contenido de humedad regando cada vez que se alcance dicho valor. El contenido mínimo de humedad varía, con el estado fonológico del cultivo y sensibilidad a déficit hídrico de la planta. El contenido de humedad del suelo puede medirse o estimarse directamente, o bien ingerirse a partir de otros parámetros del suelo.

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  3. SNEYDHER ALEXANDER RANGEL CAMACHO28 de noviembre de 2014, 18:32

    Efectos negativos del déficit de riego en los
    cultivos:
    •Afecta negativamente al desarrollo del cultivo.
    •Reduce la cosecha final.
    •Los frutos son de menor tamaño.
    •Disminuye la calidad de la cosecha.

    Efectos negativos del riego excesivo en los
    cultivos:
    •Riesgo de asfixia radicular.
    •Disminuye la producción comercial (mayor incidencia de
    enfermedades criptogámicas).
    •Disminuye la calidad de la cosecha (contenido en azúcar y
    proteínas de los frutos, peor extractabilidad de los
    componentes)

    mas información importante
    http://www.uclm.es/area/ing_rural/Hidraulica/PresentacionesPDF_STR/NecesidadesRiego.pdf

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  4. nancy andrea barajas29 de noviembre de 2014, 5:34

    El aprovechamiento de las ventajas de cualquier sistema de riego depende en gran medida del  conocimiento  de  la cantidad  de  agua que  consumen  los cultivos y del  momento  oportuno para aplicarla, con el objetivo de no perjudicar su rendimiento.
    Es importante para los técnicos y agricultores conocer cuales son los períodos sensibles del  cultivo  al  déficit hídrico, con el  objeto de  planificar la aplicación de  agua, especialmente en períodos de escasez de ella, ya que cuando ésta es escasa o no se aplica oportunamente, el cultivo detiene su crecimiento y afecta su productividad.

    se requiere conocer la evapotranspiracion de las actividades agrícolas en el sistema de cultivo elegido para su explotación, conocer y controlar los principales factores que intervienen en el proceso de aplicación del agua a la parcela según el sistema de riego y velar para que las instalaciones estén bien diseñadas, manejadas y conservadas.

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  5. Helberth Maldonado Moreno29 de noviembre de 2014, 14:28

    Las estrategias de riego son unos criterios generales, que se concretan elaborando un calendario medio de riegos en le que se precisan el momento de riego y la cantidad de agua que se aplica en cada uno de ellos.

    Contando con los datos del cultivo, el suelo y el clima, se puede establecer un calendario medio de riegos asumiendo el caso más simple, en el que se supone que la lluvia es nula durante el ciclo del cultivo y que los valores de evapotranspiración de referencia son los de la media de los últimos años. Necesitaremos por tanto contar con los siguientes datos:

    Evapotranspiración de referencia (ETP) de la zona.

    Coeficiente de cultivo (Kc) del cultivo a regar en distintas fases del desarrollo de éste.

    Profundidad radicular media en distintas fases del cultivo.

    Intervalo de humedad disponible en el suelo.

    Nivel de agotamiento permisible para el cultivo.

    Datos diversos del sistema de riego como por ejemplo la eficiencia.

    Deberá elegirse una estrategia para determinar el criterio con el cual se calculará el momento de efectuar el riego. Usando parte de los datos anteriormente citados se calculará el déficit de agua en el suelo y el nivel de agotamiento permisible que indicará el momento de riego, mientras que la cantidad de agua a aplicar dependerá del criterio elegido, aunque lo mas frecuente es que se apliquen las necesidades brutas.

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  6. A la hora de regar, el agricultor debe tener claras 3 preguntas: cuándo, cómo y cuánto regar. Estas preguntas se han resuelto tradicionalmente en base a la experiencia adquirida. Teniendo en cuenta que el agua es un recurso cada vez más valioso y con el que hay que procurar la máxima eficiencia de empleo, no es válido que decisiones tan importantes se tomen intuitivamente,más aún cuando existen metodologías contrastadas
    para la toma de decisión de riego. Es en esta razón que se fundamenta el cálculo de las necesidades de agua de los cultivos.

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  7. Wilder F. Salazar Valderrama30 de noviembre de 2014, 8:00

    Para obtener un control de riego eficaz hasta ahora se consideraba suficiente dar respuesta adecuada a ¿Cuándo y cuánto regar? Pero la intensificación de los cultivos requiere una mayor precisión, hasta llegar a ser necesario establecer una estrategia -¿Cómo regar?- que permita determinar cuándo y cuánto regar.
    La planta aprovecha el paso del agua del suelo o sustrato a la atmosfera para generar el flujo de agua necesario para sus funciones vitales. El riego suministra el agua necesaria para mantener este ciclo al nivel adecuado.
    Para establecer una estrategia de riego eficaz es necesario conocer como funciona el sustrato, que factores inciden en la disponibilidad de agua, qué papel juega la conductividad hidráulica, como se mueve el agua dentro del sustrato, y qué consecuencias tiene esto para el control del riego. Los sensores utilizados hasta ahora no proporcionan esta información, o al menos no con la suficiente facilidad para obtener conclusiones aplicables al control del riego. La información proporcionada por el laptómetro, un sensor desarrollado específicamente para el control de riego en sustratos, viene a cubrir este hueco. Informa sobre el funcionamiento hídrico del sustrato, cuantifica su nivel de aprovechamiento y capacidad de control sobre disponibilidad de agua. Evalúa la eficacia de estrategas de riego y aumenta la capacidad de control sobre la disponibilidad de agua.
    La diferencia de potencial hídrico entre suelo y atmosfera es aprovechado por la planta para generar el flujo de agua necesario para su funcionamiento. Este flujo está gobernado por el potencial hídrico decreciente en el suelo, planta y atmosfera, y puede ser regulado por la planta según sus necesidades.
    La función del suelo o sustrato es proporcionar y reponer el agua necesaria para mantener activo este flujo. El control del riego sobre el cultivo viene dada por su capacidad de control sobre esta disponibilidad de agua. En este proceso se trata de conseguir la máxima capacidad de control sobre la disponibilidad, y no necesariamente sobre el agua. Para conseguirlo es necesario determinará la frecuencia de los riegos y de la cantidad de agua a aportar en cada uno de ellos.
    ¿Cuándo y cuánto regar?
    La respuesta a estas preguntas permite una mayor margen de maniobra o exige mayor precisión. Cuanto más intensivo sea el cultivo mayor es el margen de maniobra y mayor la precisión que exige.
    Se han desarrollado métodos para responder a estas cuestiones y sensores para conocer la situación real del flujo del agua y automatizar el riego. Estos métodos y sensores intervienen en distintas partes del flujo de agua. Unos se basan en mediciones al final del flujo y evalúan la demanda evaporativa de la atmosfera; otros en mediciones del flujo y evalúan la disponibilidad de agua.
    Demanda evaporativa
    Los primeros métodos empleados para el control del riego en cultivos se basaron en mediciones sobre la demanda evaporativa de la atmosfera al final del flujo de agua. Median variables como radiación, humedad y temperatura del aire, dirección y velocidad del viento y derivan de forma más o menos remota, del manejo del riego en cultivo en suelo. Pero la reducción de la capacidad tampón del sustrato obliga a trabajar en una escala de tiempo distinta (minutos en lugar de días). La medida e las variables climáticas y modelos empleados se deben adaptar a esta escala. Los métodos más simples para evaluar la demanda evaporativa de la atmósfera consideran solo la radiación solar. Esto es válido siempre que el resto de las variables atmosféricas siga un patrón determinado que se pueda introducir en el modelo como constante de ajuste.
    Pero si se presentan variaciones importantes de temperatura y humedad ambiente, o la velocidad del viento varía de forma aleatoria, los métodos basados solo en la radiación pierden eficacia, y es necesario recurrir a modelos más complejos, con entrada de nuevas variables, como humedad y temperatura ambiente.

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  8. En la programación del riego se han utilizado diversos métodos: determinación de la humedad del suelo, mediciones del estado energético del agua en el suelo, estimaciones de la demanda atmosférica y determinaciones del potencial hídrico de las plantas o temperatura del dosel por medio de termometría infrarroja;Otros métodos utilizados en la programación del riego, se basan en mediciones directas del crecimiento de algunos órganos de la planta con diferentes tipos de dendrómetros, asociados al uso de sensores de flujo de savia (basándose en el método del pulso de calor), para determinar el momento y la intensidad con la cual la disponibilidad de agua limita la transpiración del cultivo.
    Las limitaciones críticas en el registro continuo del contenido de humedad en el suelo han sido resumidas recientemente por Van Leeuwen et al. (2001), en comparación con el monitoreo directo de las micro variaciones en el diámetro del tallo y del fruto, que han sido reconocidos por Ton et al. (2001) como indicadores más apropiados del déficit hídrico de poca intensidad y duración, producidos en condiciones de campo. El fitomonitoreo es una técnica basada en la microelectrónica y la informática, que permite conocer en tiempo real el estado hídrico de la planta de una forma no destructiva, a través del registro de las respuestas anatómicas y fisiológicas de diversos órganos de las plantas, frente a las condiciones medioambientales y de manejo agronómico (Novak, 1997).

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  9. CARLOS MAURICIO SUAREZ MILLAN30 de noviembre de 2014, 16:26

    esto es una gran herramienta para saber el momento exacto de riego y es de gran importancia ya que si regamos en un mal momento se puedo evaporar la mayoría del agua suministrada al suelo ya sea por los vientos, las temperaturas altas o por simplemente la hora inadecuada de realización todo es de manera sencilla solo con una serie de cálculos hallamos esto. con esto ahorramos dinero, esfuerzos y tendremos mejores rendimientos por parte de las plantaciones a las cuales les practiquemos estos cálculos, aclarando que debe existir un poco mas de cultura en todo el gremio forestal y agricola desde los pequeños productores hasta quienes acaparan el mercado

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  10. El uso del riego en la agricultura es una práctica antigua, desarrollada con la finalidad de proveer una cantidad adecuada de agua para el correcto desarrollo de los cultivos y permitir así la producción de alimentos en la época seca, en la cual no existen lluvias frecuentes. Esto posibilitó la existencia constante de comida y gracias a esto los pueblos lograron asentarse y desarrollarse. El agua es tan importante para la agricultura debido a que crea una solución en el suelo en la cual se encuentran disueltos los nutrientes y mediante la absorción efectuada por sus raíces, las plantas logran acceder a estos.
    Aunque la irrigación es una herramienta agronómica y tal vez económicamente viable, es importante mencionar que un abuso en su uso puede causar severos daños ambientales, tales como la erosión y la salinización del suelo, ocasionados por el arrastre que ejerce el agua sobre la superficie y a la utilización de agua de riego con altos contenidos de sales, respectivamente. El uso excesivo de este recurso para este fin puede afectar los ciclos químicos y biológicos del cuerpo de agua del cual está siendo extraído, pudiendo causar alteraciones que muchas veces son irreversibles, por ejemplo, la pérdida del Mar Aral, originado por una excesiva extracción de agua para irrigación agrícola.

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  11. Los sistemas de riego y drenaje son una necesidad latente, para un país que muestra una amplia vocación agrícola. Productores de todo el territorio nacional esperan una mayor inversión para que sus cultivos y forrajes no se vean afectados con los cambios climáticos.

    Los sistemas de riego en el país han sido, desde el siglo XX, una parte fundamental del desarrollo agropecuario y rural. En la actualidad, el 90% de la superficie agrícola de Colombia es regada por medio de estos sistemas, de los cuales el 61% ha sido desarrollado y manejado por el sector privado según lo asegura un estudio de la Organización para la Alimentación y la Agricultura, FAO, el cual también afirma que entre 1991 y 1997 se invirtieron en el país cerca de USD$19’000.000 en el desarrollo de esta tecnología.

    Colombia, debido a las constantes lluvias y a su fructífero suelo volcánico, se convierte en un país de condiciones favorables para cultivar una gran variedad de productos en sus diversas zonas, desde el trópico hasta las de climas templados.
    No obstante, acondicionar un sistema de riego no siempre tiene el mismo costo, este varía dependiendo la complejidad que necesite la zona donde se va a instalar, el cual puede necesitar cabeceras móviles, luces automatizadas o riegos que reaccionan de acuerdo al clima del lugar. Por ejemplo: uno de baja tecnología, podría estar costando $700.000 pesos por hectárea, mientras que uno importado, con un alto conjunto de tecnologías, oscila entre los $10 millones y los $15 millones.
    Mas información en http://www.fao.org/docrep/007/y5673s/y5673s18.htm

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  12. Lorena Rodriguez Dulcey28 de febrero de 2015, 12:01

    Es una decisión muy significativa que debe tomar el agricultor o el técnico encargado de definir el estado hídrico del suelo para un uso específico, los aspectos que se tienen en cuenta son principalmente cualitativos, pero a la hora de concluir cual es el momento de riego para el cultivo se piensa en apariencias cuantitativas para ser lo mayormente preciso.
    Como Ingenieros forestales es de gran importancia saber cuáles son los posibles métodos de riego de todo tipo de plantaciones e incluso cultivos que van acordes a estos paro obtener óptimos resultados; el Instituto de Investigaciones Agropecuarias del gobierno de Chile realizo un boletín acerca del “Manejo del riego en Frutales en condiciones de Restricción Hídrica” en la cual encontramos frutales tales como: almendro, corozos, cítricos, nogal, olivo, palto, pomáceas, uva de mesa. Este boletín puede ser encontrado en el siguiente link http://www.inapiproyecta.cl/605/articles-1669_recurso_1.pdf

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  13. Mónica Patricia Peña Jaimes16 de marzo de 2015, 16:23

    La determinación del estado hídrico de los suelos es fundamental para la toma de decisiones en el sector agropecuario. Una buena estimación del contenido de agua disponible es importante para cuantificar la oferta de agua de los suelos de una región y como punto de partida para modelos de simulación basados en perspectivas climáticas para la identificación y localización de áreas con riesgo de déficit hídrico.

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  14. Determinar el tiempo exacto de regar un cultivo ya sea agrícola o forestal, depende de muchos factores, entre ellos el Tiempo Atmosférico, Si los días no están tan fríos el agua se perderá mas lentamente, pero si la temperatura es elevada el suelo pierde humedad rápidamente. A continuación un método tecnológico para determinar cuando regar un cultivo.
    Cómo saber cuándo un frutal necesita agua
    Un desarrollo del INTA y de la Universidad Nacional de San Juan vigila la humedad de los cultivos. Se trata de un sistema inalámbrico de sensores que advierte cuando es necesario regar. Eficiencia y estabilidad en los rindes.
    Conocer los requerimientos de un cultivo en tiempo real, ya no es sólo una expresión de deseo. Ahora, saber cuándo un cultivo necesita agua para maximizar su producción es posible gracias al trabajo de técnicos del INTA y del Instituto de Automática de la Universidad Nacional de San Juan, quienes desarrollaron un sistema que monitorea y evita que le falte agua al cultivo. Ahorra hasta un 30% más de agua, en comparación con los sistemas utilizados en la región.
    “Se trata de una tecnología que optimiza y racionaliza el riego, lo que implica minimizar el uso de agua, recurso escaso en las zonas áridas del país”, expresó Facundo Vita, especialista en manejo del agua del INTA San Juan, quien señaló que en la región Cuyo, es “un bien escaso y por eso trabajamos para hacer un uso eficiente”.

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  15. jhon Alex Cardenas Calderon25 de marzo de 2015, 17:36

    La hora de regar el suelo es muy importante para evitar que el suelo varie su estructura o algunas de sus propiedades que por ende variaría la forma de desarrollo de las plantas que se encuentran en este sitio, para evitar este tipo de problemas se elaboran estrategias de riego las cuales nos ayudan dándonos el momento en que se debe regar y la cantidad de agua a aplicar en el riego.
    Las estrategias de riego son unos criterios generales, que se concretan elaborando un calendario medio de riegos en le que se precisan el momento de riego y la cantidad de agua que se aplica en cada uno de ellos.
    Contando con los datos del cultivo, el suelo y el clima, se puede establecer un calendario medio de riegos asumiendo el caso más simple, en el que se supone que la lluvia es nula durante el ciclo del cultivo y que los valores de evapotranspiración de referencia son los de la media de los últimos años. Necesitaremos por tanto contar con los siguientes datos:
    Evapotranspiración de referencia (ETP) de la zona.
    Coeficiente de cultivo (Kc) del cultivo a regar en distintas fases del desarrollo de éste.
    Profundidad radicular media en distintas fases del cultivo.
    Intervalo de humedad disponible en el suelo.
    Nivel de agotamiento permisible para el cultivo.
    Datos diversos del sistema de riego como por ejemplo la eficiencia.
    Deberá elegirse una estrategia para determinar el criterio con el cual se calculará el momento de efectuar el riego. Usando parte de los datos anteriormente citados se calculará el déficit de agua en el suelo y el nivel de agotamiento permisible que indicará el momento de riego, mientras que la cantidad de agua a aplicar dependerá del criterio elegido, aunque lo mas frecuente es que se apliquen las necesidades brutas.

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  16. LAURA LORENA ABRIL A31 de marzo de 2015, 17:30

    La determinación del balance hídrico del suelo, con la respectivo cuantificación de los términos que la constituyen y la caracterización de los modelos de los procesos de transferencia hídrica, son una necesidad determinante para la gestión del riego, para su mejora y optimización.
    Los parámetros hídricos del suelo, como la capacidad de campo (CC), punto de marchitez permanente (PMP) y el agua disponible (AD), son imprescindibles a la hora de manejar un riego correctamente.
    A continuación se muestra una metodología para determinar uno de los parámetros en campo.
    CAPACIDAD DE CAMPO (CC) EN PESO, Metodología para determinarlo:
    • Se elige una zona del terreno representativa de los cuadros a regar.
    • Se marca una superficie de aproximadamente 1 m x 1 m. Se elimina toda la vegetación y los primeros cm del suelo.
    • Se construye un bordo de tierra apisonada de unos 10 cm de altura, rodeando dicho cuadrado
    • Se echa agua en el cuadrado de forma de asegurar la saturación del perfil
    • Se cubre el cuadrado así saturado con un nailon suficientemente grande (aproximadamente 2 x 2 m) para prevenir las pérdidas por evaporación
    • Luego de 48 a 72 horas, dependiendo del tipo de suelo, se retira el nailon y se sacan muestras de suelo de cada horizonte (0 a 30 y 30 a 50 cm) de la zona central del cuadrado
    • Cada una de las dos muestras, inmediatamente extraídas, deben ser envasadas de forma de evitar que pierdan agua por evaporación. El mejor envase son las cápsulas de aluminio con tapa. Una vez llenada la cápsula y tapada, se sella la tapa con cinta adhesiva o con cinta aisladora. Si no se dispone de cápsulas, se pueden utilizar frascos con rosca o incluso bolsas de nailon. Cualquiera sea el envase que se use, se debe etiquetar marcando a qué horizonte pertenece la muestra (A o B en este ejemplo).
    • Las muestras así obtenidas, de suelo con un contenido de agua a CC, deben ser pesadas. Después de ser pesadas se ponen a secar, y una vez secas se pesan nuevamente, obteniéndose el peso del suelo seco.
    • Después de esto se calcula el contenido de agua (HP%) o Capacidad de Campo, que es el peso de agua dividido en el peso del suelo seco. HP% CC = (Peso Fresco a CC – Peso Suelo Seco) / Peso Suelo Seco * 100.

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  17. LAURA LORENA ABRIL A31 de marzo de 2015, 17:34

    tomado de: http://www.fagro.edu.uy/~hidrologia/riego/Metodologia%20para%20determinar%20los%20parametros%20hidricos%20de%20%20un%20suelo%20a%20campo.pdf. Alli pueden encontrar mas especificados los métodos para los diferentes parámetros.

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  18. Juan Sebastian Herrera Wilches.17 de abril de 2015, 8:26

    El agua en el suelo se halla alojada en los macro y micro poros y adsorbida en las partículas de suelo. Para un determinado momento, la cantidad de agua contenida por un suelo podrá definirse según las siguientes condiciones:
    a) Humedad de Saturación: es el contenido de agua de un suelo en el que todos sus poros están llenos de agua. Esta situación puede observarse inmediatamente después de una lluvia o riego abundante.
    b) Capacidad de Campo (CC): también conocido como límite máximo, es el contenido de agua presente en un suelo luego de drenar libremente durante los 2 o 3 días posteriores a una lluvia o riego intenso. Se estima que corresponde al agua retenida a un potencial métrico que puede variar entre 0.1 bar para suelos arenosos hasta 0.5 bares para suelos arcillosos. Se puede tomar como valor medio 0.3 bar. La estimación de la CC en condiciones naturales puede lograrse provocando la saturación del suelo y cubriéndolo con plástico para evitar la evaporación. Se espera entre 24 y 72 horas (más tiempo en los suelos arcillosos) y se toma una muestra para determinar su contenido de humedad. Otra forma de estimación es en laboratorio a través de la determinación de la humedad equivalente, considerando la muestra de suelo disturbada. En esta determinación hay influencias significativas de la granulometría, los suelos de textura arenosa pierden más agua que los de textura fina. Dada la estrecha relación entre el contenido de fracciones texturales finas y el contenido de humedad equivalente este valor también puede estimarse a través de ecuaciones predictivas, ajustadas a las condiciones edáficas regionales.
    c) Punto de Marchitez Permanente (PMP): También conocido como límite mínimo, es el contenido de agua de un suelo retenida tan firmemente que las plantas no pueden extraerla causándoles una marchitez irreversible. En este estado se admite, en general, que el agua está retenida con potenciales menores a -15 bares. Para la estimación de la cantidad de agua que un suelo posee en el PMP se emplean metodologías más complejas (biológicas u ollas de placas o membranas de Richards). En general se puede asumir que el valor de PMP de un suelo es aproximadamente el 50 % de la CC del mismo. No todas las especies vegetales tiene la misma capacidad para extraer agua del suelo, incluso esta capacidad puede variar según el estado fenológico de la planta; por lo tanto el valor del PMP no será un punto constante, para todos los casos. Además el PMP depende también de características propias del suelo como la granulometría del suelo, su compactación, el contenido de materia orgánica, la profundidad del perfil, entre otros factores.
    d) Agua Útil (AU): O disponible. Es la diferencia entre los contenidos de agua a CC y PMP. Es la que se considera como agua utilizable o potencialmente extractable por las plantas en la zona de crecimiento radical. Esta es la fracción del agua del suelo que puede perderse por evaporación o variar por el consumo de las plantas.

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  19. Buenas prácticas de riego

    Atendiendo exclusivamente a la práctica del riego, se entiende por buena práctica un manejo tal de los recursos implicados (agua, suelo y cultivo) que permite la perduración de éstos en el tiempo en suficiente cantidad y calidad. Para conseguirlo hay que cubrir los siguientes objetivos:
    ■ Planificar los cultivos en función de las asignaciones de recursos hídricos renovables.
    ■ Conocer las características del suelo en relación con el agua (capacidad de campo, velocidad de infiltración…). ■ Conocer la calidad del agua de riego (salinidad, contaminantes…).
    ■ Adecuar los riegos a las necesidades reales de los cultivos.
    ■ Garantizar la máxima eficiencia de aplicación, evitando pérdidas en el transporte y regando en condiciones ambientales óptimas.

    Eficiencia de aplicación

    Del volumen total de agua destinada a riego que sale de un punto de suministro (p.e. embalse o pozo) no todo va a ser aprovechado por las plantas, sino que parte no llegará a su destino por diversas causas. La relación entre estas dos cantidades de agua (la que sale del punto de suministro y la que realmente aprovechan las plantas) es lo que se denomina eficiencia de aplicación. Se expresa mediante un porcentaje. Una eficiencia del 75% indica que del total del agua bombeada por un pozo sólo el 75% la tomarían las plantas y el 25% restante tendría destinos diferentes
    . En el proceso de riego, las pérdidas ocurren en diferentes momentos, pudiendo clasificarse en los siguientes grupos:
    1. Pérdidas de transporte. Son las habidas en las conducciones, desde el punto de suministro hasta la parcela de riego. Aquí se incluyen desde las fugas en tuberías y canales hasta la evaporación en el caso de las conducciones abiertas.
    2. Pérdidas de aplicación. Engloba a todas las que tienen su origen en la instalación dentro de la parcela de riego. Cabe mencionar tanto las fugas de tuberías como la evaporación que, bajo condiciones de viento y altas temperaturas, tiene lugar en el chorro de los emisores, en las hojas mojadas del cultivo o en la lámina superficial de agua.
    3. Pérdidas en el suelo. Una vez en el suelo, el agua puede escurrir al superarse su capacidad de infiltración o al encontrase saturado, e incluso escapar de la profundidad de acción de las raíces percolando a capas profundas.
    Al igual que ocurre con la uniformidad, la eficiencia de aplicación es una característica propia de cada instalación. En la eficiencia se incluye el diseño de la instalación, su mantenimiento y su manejo, siendo más fácil conseguir altas eficiencias de aplicación con unos sistemas de riego que con otros.

    Tomado de: http://assets.wwf.es/downloads/curso_de_riego_definitivo.pdf

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  20. Cristian Camilo Alvarez Camacho20 de abril de 2015, 21:57

    Uno de los retos que presenta la agricultura, es el hecho de suplir las necesidades de agua que tiene cada uno los cultivos, ya que debido a los fenómenos que se presentan por el cambio climático, los agricultores no tienen la certeza de poder contar con el agua de lluvia necesaria para salir adelante con sus cultivos.

    Para lograr un buen desarrollo del cultivo, sin tener el riesgo de fallar en suplir la demanda de agua del mismo, es necesario conocer los distintos factores que se deben tomar en cuenta para establecer un sistema de riego que permita cumplir con los requerimientos del cultivo y lograr un mejor rendimiento en la cosecha. Al mismo tiempo es importante conocer las prácticas de drenaje que son necesarias realizar en nuestros lotes de siembra para evacuar el agua que se acumula por un exceso de lluvia o de riego muy abundante.

    Hay varios tipos de riego y estos son los más relevantes:

    • RIEGO POR ASPERSIÓN: este tipo de riego se caracteriza porque el agua alcanza a las plantaciones por medio de una lluvia restringida a cierto sector.

    El riego por aspersión puede ser llevado a cabo en terrenos poco uniformes, colinares, con pendientes, etc. y se suele utilizar en la mayor parte de cultivos y suelos.

    A través de una dosificación adecuada es posible emplearlo para regar en cantidades tanto menores como abundantes. Además no es necesario que el individuo encargado de realizar el riego posea alguna habilidad específica.

    • RIEGO POR SURCOS: el riego por surcos tiene la particularidad de que el agua empleada se desplaza por los cultivos a través de gravitación. Es decir, el agua recorre la pendiente y, en consecuencia, no es necesaria la utilización de otro tipo de energía para que se movilice.

    Es importante tener en cuenta que la calidad del riego estará sujeta a la sistematización del área en cuestión. Esta debe ser diseñada apropiada y convenientemente.

    Hay que tener en cuenta que las superficies colinares no son adecuadas debido al gran desnivel del terreno.

    En esta clase de riego, las hojas y demás partes externas de la planta no están en contacto con el agua.

    • RIEGO POR GOTEO: el riego por goteo es una técnica puesta en práctica en aquellas zonas de aridez, debido a que promueve la utilización eficaz de abonos y agua.

    El riego por goteo consiste en la aplicación de agua a las plantaciones través de la infiltración de la misma en sus raíces. Este procedimiento se logra a partir de un sistema de conductos y goteros. Suele aumentar la producción y lograr un ahorro de agua.

    También hay que tener en cuenta que el terreno cuando se satura de agua necesita un buen drenaje y el más importante es el drenaje profundo ya que impide el acceso del agua a capas superiores de la carretera, por lo que debe controlar el nivel freático, los posibles acuíferos y corrientes subterráneas existentes. Emplea diversos tipos de drenajes subterráneos, arquetas y tuberías de desagüe.






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  21. El riego es un componente esencial del desarrollo agrario sustentado. La escasez de agua constituye una importante limitación para el desarrollo agrícola en las regiones áridas y semiáridas. En muchas áreas mundiales, la competencia creciente por el agua, consecuente del aumento de la demanda por distintos usos, conlleva a un incremento de su coste y una creciente limitación de su disponibilidad para su uso en la agricultura. Para poder alcanzar estos objetivos, se hace necesario la incorporación y el aprovechamiento de los avances científicos de ingeniería y tecnológicos a los regadíos, principal usuario del agua, en el diseño y proyecto de regadíos, pero, también, en el funcionamiento, conservación y manejo de los sistemas de riego en la explotación agrícola individual.

    La utilización eficiente del agua por parte del regante requiere además de una concienciación previa (y, en su caso, de unos mínimos incentivos económicos), el intercambio de conocimientos con los extensionistas, ingenieros y científicos. El agricultor formado mínimamente e informado con continuidad será capaz de mejorar enfoques y técnicas. El disponer de la suficiente información técnica, apoyada en experimentación de campo, que ayude a la elección del sistema de riego más adecuado en cada caso y la exigencia de la utilización de materiales y equipos homologados son, entre otros, aspectos básicos para aumentar la producción en tierras de regadío, mediante el aprovechamiento eficiente del agua, a través de prácticas productivas y eficaces.
    Para cualquier sistema de regado se deben tener en cuenta factores como lugar, humedad, altura, tipos de cultivos y hacer diferentes calendarios de riego, y realizarlos en momentos donde el sol no esté en su clímax para así evitar la pérdida de agua través de la humedad y transpiración de los cultivos.

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  22. INGRIT LORENA BAUTISTA ANAYA27 de abril de 2015, 9:56

    Existen otros métodos para determinar la humedad del terreno (ademas de los mencionados en el vídeo) entre ellos los digitales, por lo que tenemos un resultado preciso e instantáneo en poco tiempo.
    Entre ellos esta el MÉTODO DE SONDA DE NEUTRONES el cual es el mas usado por la precisión del mismo.

    Este tipo de sondas determinan el contenido de humedad del suelo en base al frenado que experimenta una corriente de neutrones al chocar con el hidrógeno del agua del suelo.

    La sonda emite un flujo de neutrones a una determinada velocidad (energía cinética), al chocar con el hidrogeno del suelo, esta energía cinética se transforma el calor, en este momento los neutrones se han termalizado.
    Estos neutrones son absorbidos por un detector

    Los neutrones pueden chocar con otros elementos presentes en el suelo, como el oxigeno y el carbono, pero el numero de colisiones necesarias para que el frenado que experimentan sea relevante es mucho más elevado (10 colisiones para el hidrógeno, y mas de 120 para otros elementos). Por lo que es un sistema muy preciso

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  23. Adriana Milena Herrera Tutira27 de abril de 2015, 13:18

    consejos para un adecuado riego:
    1.Cuando cae la noche. Es conveniente regar en las horas de menos calor; así se perderá menos agua por evaporación.
    2. Sin viento. No se debe regar las plantas los días de fuerte viento.

    3. Menos es más. Es preferible regar árboles y arbustos pocas veces aunque con generosidad. Las plantas desarrollarán así mejor las raíces y se harán más resistentes a las sequías.
    4. Elige bien las especies. A la hora de seleccionar las especies que formarán parte de tu jardín, es preferible tomar las plantas autóctonas o especies que resistan muy bien a la sequía. Es aconsejable reducir las zonas de césped porque es el gran consumidor de agua en los jardines modernos. Para que te hagas una idea, alrededor de seis litros por metro cuadrado y día durante los meses de verano en las zonas interiores de España.
    5. No abuses del abono. La limitación del empleo de fertilizantes en verano permite disminuir la demanda de agua de las plantas.
    6. Mira el tiempo. El riego debe plantearse con flexibilidad, adaptándolo a la meteorología. Es recomendable comprobar el grado de humedad del suelo antes de regar.
    7. Estudia el método. Tanto los difusores como los aspersores y goteros, tienen diferentes tipos de caudales, alcances y recorridos. Es importante elegir los que mejor se ajusten a cada necesidad y regularlos cuidadosamente. Se debe evitar todo riego del pavimento o superposición del área de riego de varios aspersores. Si se cuenta con un sistema de riego automatizado puede incorporarse un sensor de lluvia y un sensor de humedad para evitar riegos innecesarios.
    8. Deja que crezcan. Es conveniente dejar crecer el césped entre cinco y seis centímetros, así necesitará menos agua.
    9. Busca fuentes alternativas. Tu jardín no requiere agua potabilizada, estudia la posibilidad de emplear agua que no procede de la red de abastecimiento municipal. Las fuentes alternativas incluyen el aprovechamiento de acequia, de pozo o la captación y almacenamiento de agua de lluvia en barriles o bidones.
    10. Ideas estéticas que te ayudarán a ahorrar agua. Recubre algunas superficies del jardín con materiales como piedras, gravas, cortezas de árbol, etc. Es una de las técnicas más eficaces para reducir las pérdidas de agua por evaporación, al tiempo que se logra un agradable efecto estético.

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  24. Juliana Del Mar Ortiz Lopez3 de mayo de 2015, 7:39

    La planta aprovecha el paso del agua del suelo o sustrato a la atmosfera para generar el flujo de agua necesario para sus funciones vitales. El riego suministra el agua necesaria para mantener este ciclo al nivel adecuado.
    Para establecer una estrategia de riego eficaz es necesario conocer como funciona el sustrato, que factores inciden en la disponibilidad de agua, qué papel juega la conductividad hidráulica, como se mueve el agua dentro del sustrato, y qué consecuencias tiene esto para el control del riego. Los sensores utilizados hasta ahora no proporcionan esta información, o al menos no con la suficiente facilidad para obtener conclusiones aplicables al control del riego. La información proporcionada por el laptómetro, un sensor desarrollado específicamente para el control de riego en sustratos, viene a cubrir este hueco. Informa sobre el funcionamiento hídrico del sustrato, cuantifica su nivel de aprovechamiento y capacidad de control sobre disponibilidad de agua. Evalúa la eficacia de estrategas de riego y aumenta la capacidad de control sobre la disponibilidad de agua.
    Los primeros métodos empleados para el control del riego en cultivos se basaron en mediciones sobre la demanda evaporativa de la atmosfera al final del flujo de agua. Median variables como radiación, humedad y temperatura del aire, dirección y velocidad del viento y derivan de forma más o menos remota, del manejo del riego en cultivo en suelo. Pero la reducción de la capacidad tampón del sustrato obliga a trabajar en una escala de tiempo distinta (minutos en lugar de días). La medida e las variables climáticas y modelos empleados se deben adaptar a esta escala. Los métodos más simples para evaluar la demanda evaporativa de la atmósfera consideran solo la radiación solar. Esto es válido siempre que el resto de las variables atmosféricas siga un patrón determinado que se pueda introducir en el modelo como constante de ajuste.
    Pero si se presentan variaciones importantes de temperatura y humedad ambiente, o la velocidad del viento varía de forma aleatoria, los métodos basados solo en la radiación pierden eficacia, y es necesario recurrir a modelos más complejos, con entrada de nuevas variables, como humedad y temperatura ambiente.

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  25. Linda Stefany Guiterrez5 de mayo de 2015, 18:25

    La respuesta directa de cualquier cultivo a la falta de
    agua puede ser una disminución de su rendimiento o,
    incluso, una peor calidad de la cosecha. Ahora bien, dependiendo
    de en qué etapa del desarrollo del cultivo se
    produzca el estrés hídrico los resultados serán distintos.
    Es necesario conocer estas etapas de máxima sensibilidad
    a la hora de planificar el riego.
    El conocimiento de las etapas de máxima sensibilidad a
    la falta de agua del cultivo puede permitir, en un escenario
    en el que la disponibilidad de agua de regadío es
    cada vez más limitada, poner en marcha Estrategias
    de Riego Deficitario Controlado. Empleando el agua
    disponible en las etapas de máxima sensibilidad al estrés
    hídrico del cultivo –como veremos en los siguientes
    apartados- lograremos obtener cosecha en cantidad y
    calidad suficiente para cubrir nuestros objetivos productivos,
    sin poner en peligro la viabilidad de la explotación.

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  26. Lizette Suarez Gonzalez9 de mayo de 2015, 15:08

    Para diseñar y operar correctamente un riego se debe conocer la lamina neta que se deberá aplicar a un determinado cultivo en un suelo. la lamina neta depende de la profundidad del suelo explorado por las raíces del abatimiento máximo permitido del agua en el suelo y de los parámetros hidricos del suelo capacidad de campo punto de marchitez permanente y el agua disponible.
    si bien conocer los parámetros hidricos es imprescindible para regar correctamente.
    Los mismos se pueden determinar en laboratorio con equipamiento adecuado pero también se puede determinar a campo con una precision equivalente con la única condición de tener algunas precauciones meteorológicas.
    La condición hídrica del sistema suelo se describe a través del contenido y energía libre del agua, siendo estos factores los que afectan directamente el comportamiento vegetal. Las propiedades físicas del suelo como densidad aparente, textura y porosidad, entre otras, están relacionadas con la productividad de los cultivos porque modifican el almacenamiento de agua en suelo y su movimiento.

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  27. LEIDY JOHANNA TORRES.11 de mayo de 2015, 16:46

    Desde hace mucho tiempo, al llegar a conocer los consumos de agua por parte de los cultivos, y muy especialmente los requerimientos hídricos netos y brutos de riego, es una preocupación de los ingenieros, gestores y agricultores. Los consumos de agua de un cultivo, o necesidades hídricas, corresponden con su evapotranspiración (ET) en un determinado ambiente y bajo un manejo concreto del mismo; dicha ET es la suma de dos procesos, fundamentalmente, la transpiración de la cubierta vegetal y la evaporación de agua desde el suelo que la soporta.
    Las necesidades netas de agua para el riego se estiman mediante el balance hídrico del terreno cultivado; el riego es un componente esencial, la escasez de agua constituye una importante limitación para el desarrollo de diferentes cultivos y/o plantaciones. Para poder alcanzar los objetivos que se trazan en el momento de establecer dichas plantaciones, se hace necesario la incorporación y el aprovechamiento de los avances científicos de ingeniería y tecnológicos a los regadios, (siendo este el principal usuario del agua) en el diseño, proyecto, funcionamiento, conservación y manejo de los sistemas de riego en las diferentes explotaciones agrícolas.
    La utilización eficiente del agua, además de una concientización previa, el intercambio de conocimientos con las diferentes disciplinas, aportan al funcionamiento de los sistemas de riego y al aprovechamiento y uso adecuado del agua.
    Por lo tanto el aprovechamiento de las ventajas de cualquier sistema de riego, depende en gran medida del conocimiento de la cantidad de agua que consumen determinadas plantaciones y/o cultivos y del momento oportuno para aplicarla, con el objetivo de no perjudicar a los mismos.

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  28. Silvia Lorena Paez Camacho14 de mayo de 2015, 13:11

    Se denomina humedad del suelo a la cantidad de agua por volumen de tierra que hay en un terreno. Establecer el índice de humedad del suelo es de vital importancia para las actividades agrícolas. Es importante recordar que los niveles de humedad del suelo determinan el momento del riego, la humedad del suelo se puede estimar por el aspecto del terreno, se debe controlar la humedad al menos en una sección del área del campo que difiera de las demás en cuanto a la textura y aspecto del suelo.
    La aplicación de riego en el momento exacto y en la cantidad apropiada es fundamental para obtener un buen rendimiento de los cultivos. El exceso de agua reduce el crecimiento al arrastrar los nitratos a una profundiad superior al alcance de las raíces de los cultivos, y al desplazar el aire contenido en el interior del suelo provoca la escasez de oxígeno en las raíces. La falta de agua también es perjudicial para los cultivos, por lo que se debe controlar regularmente el nivel de humedad del suelo para determinar cuándo regar y qué cantidad de agua se debe aplicar.

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  29. carlos alberto florez suarez16 de mayo de 2015, 20:12

    el determinar el momento , la cantidad, y cada cuanto se debe regar el suelo es de vital importancia para desarrollar un agricultura productiva, claro esta que estos métodos se han desarrollado debido a los diversos cambios climáticos, puesto que en la antigüedad no se veía la necesidad de desarrollar estas tecnologías por que en zonas como los trópicos se tenían temporadas de invierno y verano las cuales daban un crono grama sobre las diferentes épocas de riego, también se han desarrollado estas tecnologías debido a la necesidad de dar un uso correcto a este preciado liquido, minimizando el desperdicio y proporcionando a los cultivos la cantidad necesaria para su desarrollo.
    hoy en día se cuentan con diferentes aparatos capaces de arrojar contenidos de humedad de un suelo, por medio de este obtendremos la cantidad necesaria de agua según la información suministrada, cave resaltar que características físicas como la textura, la porosidad entre otros son determinantes en la determinación de requerimiento de humedad de un suelo.

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  30. Andres Mauricio Martínez Montañéz21 de mayo de 2015, 14:58

    El planeamiento adecuado del riego conduce a la conservación de las tierras y del agua de riego, de modo que se asegure un alto rendimiento de los recursos. Esto implica la racionalización de los métodos de cosecha, riego y cultivo que se traducen en producción y prolongación de la productividad de las tierras de regadío.
    Uno de los principales factores que se deben observar en el planeamiento del riego, consiste en escoger un método apropiado para cada caso específico, de tal forma que las instalaciones de abastecimiento, aplicación y eliminación de agua corresponden a todas las tierras asignadas al propio sistema. El sistema de riego para una finca se compone de tres partes: abastecimiento, aplicación y eliminación de agua.

    Para la distribución y aplicación del agua a determinado terreno deben considerarse acequias principales, tuberías de distribución (superficiales o subterráneas), válvulas, bocas de agua, tuberías con compuertas, tubos de sifón, líneas de aspersión de tubo o de boquilla y equipo agrícola. En cuanto a la eliminación o utilización de los excedentes deben proyectarse zanjas de captación, pozos y toda clase de elementos para conducir esta agua y las provenientes de lluvias torrenciales.

    Es importante que la planeación se haga cuidadosamente y sea adecuada, para que el sistema de riego se adapte a las necesidades específicas del terreno donde se va a emplear. Muy pocas fincas en explotación presentan características similares físicas, económicas o administrativas, por lo tanto, deben adaptarse de acuerdo con el suelo, los tipos de cultivo, el clima, el abastecimiento de agua y los métodos de operación.

    Para el planeamiento de los sistemas de riego, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

    a. Administración del agua de riego. Consiste en el control o regulación delagua en el momento de aplicar el riego, de tal forma que se obtengan altosrendimientos sin desperdicio del líquido. Así mismo, el riego debe suministrarsesegún las exigencias de los cultivos y de los suelos con relación a los índicesde captación de los mismos, por lo tanto, el encargado del riego debe poseer
    los conocimientos suficientes acerca de la conservación del suelo,mantenimiento de la humedad del mismo y capacidad de retención. Debe estaren condiciones de resolver correctamente cuándo y en qué cantidad se aplicael riego.

    b. Diseño del sistema de riego. Debe tenerse en cuenta qué es lo que elagricultor desea, por lo tanto, quien planifica debe conocer todos los aspectosdel terreno en su conjunto, aunque sólo una parte del mismo se proyecte regar.

    c. Abastecimiento de agua. Si no existen los medios adecuados deabastecimiento ni posibilidades de adaptarlos, es inútil continuar con la planeación del riego. El riego eficaz es factible siempre y cuando, se cuente con una fuente de aprovisionamiento adecuada.

    d. Preferencia del agricultor. La predilección del agricultor, también determina elsistema de riego y aplicación adecuada, puede también preferir un sistema conrelación a otros; además debe tener en cuenta las restricciones de caráctereconómico, insuficiencia de mano de obra o dificultad para obtener losmateriales de construcción o equipo.

    e. El terreno en su conjunto. Como es difícil desde el principio prever lasinstalciones para un terreno de grandes dimensiones, se aconseja planear loslotes. Cuando los nuevos terrenos vayan a explotarse, puede darse el caso demodificar las obras realizadas en los primeros lotes para adaptarlos al sistemaen conjunto. Tal procedimiento puede salir costoso, pero puede evitarse si al
    planear se tiene en cuenta la superficie total del terreno antes de elaborar los proyectos y si se hace en cualquier fracción del mismo.

    Fuente:http://datateca.unad.edu.co/contenidos/102701/Modulo_Tecnologia_agricola_2013/ModTecAgr/leccin_2__planeacin_del_riego.html

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  31. Edwin Fabian Jaimes Cardenas22 de mayo de 2015, 18:59

    el riego localizado o riego por goteo es la aplicación del agua al suelo, en una zona más o menos restringida del volumen radicular. Sus principales características son: - utilización de pequeños caudales a baja presión - localización del agua en la proximidad de las plantas a través de un numero variable de puntos de emisión - al reducir el volumen de suelo mojado, y por tanto su capacidad de almacenamiento, se debe operar con una alta frecuencia de aplicación, a dosis pequeñas.

    riego localizado o riego por goteo es la aplicación del agua al suelo, en una zona más o menos restringida del volumen radicular. Sus principales características son: - utilización de pequeños caudales a baja presión - localización del agua en la proximidad de las plantas a través de un numero variable de puntos de emisión - al reducir el volumen de suelo mojado, y por tanto su capacidad de almacenamiento, se debe operar con una alta frecuencia de aplicación, a dosis pequeñas.

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  32. Paola Andrea Triana Mora26 de mayo de 2015, 19:20

    Una vez Conocida la previsión de necesidades de agua para un cultivo en un periodo de tiempo concreto – cuánto y cuándo regar-, la otra gran cuestión que tiene que resolver el regante es cómo realizar esta aportación,
    en uno o en varios riegos, es decir la dosis y frecuencia de riego. Se deben observar algunas condiciones como:
    *La capacidad máxima del suelo para almacenar agua. Si se suministra todo el agua de una vez, parte puede percolar a capas profundas o perderse por escorrentía y escapar del alcance del cultivo.
    *El nivel de humedad del suelo por debajo del cual no se debe bajar para que el cultivo no comience a sufrir estrés.
    *La capacidad del sistema de riego y su eficiencia.
    *Procurar dar riegos frecuentes, para contar con un nivel estable de agua en el suelo, fácilmente utilizable por el cultivo.

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  33. Lisbeth Susana Flórez Celis26 de mayo de 2015, 21:57

    El uso de programa de computadoras para ayudar en la programación del riego fue introducido en los años setenta. Sin embargo, sólo hasta recientemente con la introducción de las computadoras personales con procesadores rápidos es que su uso ha comenzado a ganar amplia aceptación. Se pueden utilizar diversos métodos para determinar el uso de agua en el cultivo y ayudar a los agricultores a programar el riego. El método más común es usar una ecuación para calcular el uso de agua o la evapotranspiración (ET) de un cultivo de referencia y relacionar ese valor con la ET de otros cultivos. La ET se refiere a la pérdida de agua debido a la evaporación del suelo y a la transpiración de la planta. Al comienzo de la temporada de crecimiento de un cultivo, las plantas son pequeñas y la mayoría de las pérdidas de agua se debe a la evaporación del suelo. A medida que las plantas crecen y el follaje aumenta, hay más sombra en el suelo y la pérdida de agua se hace mayormente a través de la transpiración de la planta.

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  34. Wilmer Alexander Valero Rodriguez27 de mayo de 2015, 18:24

    Unos de los mejores sistemas de riego para que el suelo no sufra erosiones ni otros problemas es por medio de goteo.
    Cuando está bien diseñado y manejado, el riego por goteo tiene muchas ventajas sobre otros métodos de irrigación, incluyendo: la eliminación de la escorrentía superficial, nivel constante en la humedad del suelo, alta eficiencia en el uso del agua, flexibilidad en la aplicación de fertilizantes, previene el crecimiento de malezas y enfermedades de las plantas.

    Los sistemas de goteo también pueden ser fácilmente integrados en los sistemas de fertirrigación y automatización.

    En los sistemas de riego tradicionales, el agua se aplica al campo entero, ya sea por aspersión o por riego por inundación, lo que resulta en una pérdida significativa de agua. El riego por goteo es un método de riego moderno en el cual el agua es aplicada directamente a la zona radicular de la planta.


    En los sistemas de riego por goteo se utiliza emisores de caudales bajos y las presiones de operación son relativamente bajas. En tales sistemas de riego, se aplica el agua solamente en zonas específicas en el campo, donde se cultivan las plantas. Los caudales típicos de los emisores son de 0,6-16 L / h (0.16 a 4.0 galones por hora), y los emisores más comúnmente utilizados son de 1-4 L / h.

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  35. Jefferson Andrés Vera Orozco29 de mayo de 2015, 8:41

    Aunque la irrigación es una herramienta agronómica y tal vez económicamente viable, es importante mencionar que un abuso en su uso puede causar severos daños ambientales, tales como la erosión y la salinización del suelo, ocasionados por el arrastre que ejerce el agua sobre la superficie y a la utilización de agua de riego con altos contenidos de sales, respectivamente. El uso excesivo de este recurso para este fin puede afectar los ciclos químicos y biológicos del cuerpo de agua del cual está siendo extraído, pudiendo causar alteraciones que muchas veces son irreversibles, por ejemplo, la pérdida del Mar Aral, originado por una excesiva extracción de agua para irrigación agrícola.
    Existen muchas formas de realizar irrigación, las cuales difieren en su costo, eficiencia, facilidad de uso, entre otras. Para mencionar algunas, riego por gravedad o inundación, riego por goteo, aspersión y microaspersión, los cuales son utilizados en una amplia gama de cultivos. En Ecuador y el mundo el cultivo que más agua consume es el arroz inundado, la cual es una práctica insostenible y es de esperarse que en un mundo en el cual la presión por este recurso es cada vez mayor, se implementen más sistemas de riego que hagan un uso eficiente del agua, permitiendo la producción agrícola y un correcto abastecimiento del recurso para la población.

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  36. YENIFER DEL CARMEN FLOREZ S31 de mayo de 2015, 13:34

    Atendiendo exclusivamente a la práctica del riego, se entiende por buena práctica un manejo tal de los recursos implicados (agua, suelo y cultivo) que permite la perduración de éstos en el tiempo en suficiente cantidad y calidad. Para conseguirlo hay que cubrir los siguientes objetivos:
    ■Planificar los cultivos en función de las asignaciones de recursos hídricos renovables.
    ■Conocer las características del suelo en relación con el agua (capacidad de campo, velocidad de infiltración...).
    ■Conocer la calidad del agua de riego (salinidad, contaminantes...).
    ■Adecuar los riegos a las necesidades reales de los cultivos.
    ■Garantizar la máxima eficiencia de aplicación, evitando pérdidas en el transporte y regando en condiciones ambientales óptimas.
    1. La capacidad máxima del suelo para almacenar agua.
    Si se suministra todo el agua de una vez, parte puede percolar a capas profundas y escapar del alcance del cultivo.Por ejemplo, si se trata de un suelo franco con una capacidad de campo de 300 l/m3 y una profundidad útil de 0,4 m, su capacidad de campo real será de 120 l/m2(mm). Al comenzar la
    semana su contenido en agua es de 107 mm, por tanto, el primer riego no debería ser mayor de 13 mm.
    2. El nivel de humedad del suelo debajo del cual no se debe bajar para que el cultivo no comience a padecer.Así, si el maíz está en grano lechoso, un estado muy sensible, la humedad debe mantenerse por encima del 75% del agua
    útil, esto es, por encima de 107 mm.Por debajo de este valor se debe comenzar a regar de inmediato.
    3. La capacidad del sistema de riego. La instalación de riego es una cobertura fija de aspersión, capaz de producir una precipitación de 6 mm/h.Para poder aplicar un máximo de 13 mm son necesarias 2 horas de riego.
    4. Procurar dar riegos frecuentes. Así, para aplicar 45mm en riegos de 12 mm (2 horas) son necesarios 4 riegos (tres de 2 horas y uno de 1,5 horas).Se riega un día sí y otro no con riegos de 2 horas

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  37. FERNANDO GÜIZA PARDO31 de mayo de 2015, 15:48

    Los sistemas de riego ofrecen una serie de ventajas que posibilitan racionalizar el agua disponible. Cualquier sistema de riego debe someterse a un estudio previo para determinar si es el más idóneo, tomando en consideración desde el tipo de vegetación, hasta la forma de distribuir el agua para obtener el mejor rendimiento. Los instrumentos de control de riego: programadores, higrómetros, detectores de lluvia, etc, deben distribuirse en función de la orografía, las capacidades hídricas del suelo, las plantaciones, etc.
    Existen muchos y variados sistemas de riego, los cuales se encuentran en permanente revisión, ya que se trata de una tecnología joven que se ha ido desarrollando al mismo tiempo que ha avanzado la sociedad del bienestar. Las zonas verdes han pasado de ser un lujo a una necesidad y el riego es la operación más importante para mantenerlas.
    Red General de Riego. Las redes de riego se componen de varios tramos de canalizaciones:
    • Primario. Va desde el contador hasta las puntas de consumo. Se compone de: bocas de riego, válvulas, electroválvulas y llaves de estaciones.
    • Secundario. Entre las válvulas, electroválvulas y los mecanismos de distribución del agua: aspersores, difusores, goteros.
    • Distribuidores de agua. Elementos destinados a distribuir el agua de acuerdo con una pluviometría predeterminada: aspersores, difusores, bocas de riego, goteros, etc.
    La presión de red se obtiene de la red general de la ciudad pero también es frecuente usar las bombas de depósitos, albercas o estanques.
    Elementos de control de la red de riego. Los elementos susceptibles de mejorar la automatización de las redes de riego y, por tanto, regular y controlar los caudales, los tiempos y otras características son muchos y variados. Los equipos que forman parte de las instalaciones de riego ofrecen grandes ventajas:
    • Mayor exactitud y seguridad en el control de la instalación.
    • Operaciones mecanizadas exentas de errores.
    • Reducción de mano de obra.
    • facilidad de programación y manejo.

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  38. carlos alberto florez suarez31 de mayo de 2015, 20:50

    El manejo apropiado del riego requiere la evaluación de parte del agricultor de sus necesidades de riego en base a medidas de varios parámetros físicos del suelo. Algunos productores utilizan equipo sofisticado mientras que otros se basan en métodos empíricos o en el sentido común. Cualquiera que sea el método usado, cada uno tiene sus propios méritos y limitaciones.Un método que se usa comúnmente para determinar cuándo regar es monitorear la disminución de agua en el suelo. Cuando una planta crece, utiliza el agua del suelo alrededor de su zona de raíces. A medida que las plantasutilizan el agua, la humedad en el suelo baja hasta un nivel
    en el cual se requiere aplicar un riego o el cultivo comienza a estresarse por falta de agua. Si no se aplica agua, la planta continuará haciendo uso de la poca humedad que queda hasta que finalmente utilice toda el agua disponible en el suelo y muera de sed.

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  39. Deyro Leonardo Hernandez Duarte31 de mayo de 2015, 21:34

    Las estrategias de riego son unos criterios generales, que se concretan elaborando un calendario medio de riegos en el que se precisan el momento de riego y la cantidad de agua que se aplica en cada uno de ellos.
    Para la distribución y aplicación del agua a determinado terreno deben considerarse acequias principales, tuberías de distribución (superficiales o subterráneas), válvulas, bocas de agua, tuberías con compuertas, tubos de sifón, líneas de aspersión de tubo o de boquilla y equipo agrícola. En cuanto a la eliminación o utilización de los excedentes deben proyectarse zanjas de captación, pozos y toda clase de elementos para conducir esta agua y las provenientes de lluvias torrenciales.
    La función del suelo o sustrato es proporcionar y reponer el agua necesaria para mantener activo este flujo. El control del riego sobre el cultivo viene dada por su capacidad de control sobre esta disponibilidad de agua. En este proceso se trata de conseguir la máxima capacidad de control sobre la disponibilidad, y no necesariamente sobre el agua. Para conseguirlo es necesario determinará la frecuencia de los riegos y de la cantidad de agua a aportar en cada uno de ellos.
    El contenido mínimo de humedad varía, con el estado fonológico del cultivo y sensibilidad a déficit hídrico de la planta. El contenido de humedad del suelo puede medirse o estimarse directamente, o bien ingerirse a partir de otros parámetros del suelo.

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